Aquellos colores en el cielo mientras el sol caía, la mágica
luz que reseguía el contorno de las nubes cuando esta ya se había instalado debajo
el horizonte, el cambio de brisa, el azul volviéndose rojizo y azul de nuevo,
el cielo apagándose, la ciudad encendiéndose, y dentro de esta, la gente riendo
y haciendo vida; mientras nosotros disfrutábamos de estos pequeños detalles de
la naturaleza, el espectáculo que día a día se repite…
Gracias a todos los asistentes al curso, realmente fue un día mágico.
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