Aquí tenéis la primera parte del aprendizaje de las hadas
en el planeta Tierra de mi amiga y pequeña hadita Mª Jesús Verdú Sacases,
realmente es un placer leerlo. Nos demuestra que no debemos perder nunca la conexión
con ellas y despertar nuestra magia dormida.
Gracias Mª Jesús.
Dentro del aprendizaje de
las hadas en el planeta Tierra, esas hadas encarnadas en personas de carne y
hueso que nacen en el planeta para erigirse como representantes de las hadas en
La Tierra, están incluidos los períodos de incertidumbre. Aquellas que deseen
superar su estancia en el planeta no deben dejarse arrastrar por la
desesperación, el miedo, la lamentación o el desánimo. Al contrario, deben
emplear esta valiosa oportunidad para recordarse a sí mismas que hay algo que
guía divinamente sus existencias y que, más que nunca, no deben perder la fe en
sí mismas ni en la vida. Por tanto, van a utilizar todas las herramientas
adquiridas en La Tierra, como el conocimiento de las leyes que rigen aquí el
Universo, para ir transformando su camino y descubrir el propósito de su
misión.
Como consecuencia de la plena aceptación de su situación
actual, estas hadas de carne y hueso no va a dejarse llevar por la confusión o
la oscuridad sino que no pararán hasta ver su luz, la misma luz con la que
nacieron y con la que deben reencontrarse para sentirse en paz en este hogar
que les ha sido asignado.
Estas que fueron hadas en anteriores existencias saben que
por la ley del karma o de causa y efecto, si tienes miedo, engendras y recoges
más miedo o si te dejas afectar por el sufrimiento, lo esparces a tu alrededor
y, además, acabará volviendo a ti, o sea, que es mejor sembrar alegría y calma,
para cosecharlas después.
Así pues, la incertidumbre las empujará a emplear todas
sus armas de positivismo y a no olvidarse de carácter sagrado y divino de la
existencia de la cual debemos tomar consciencia y no permitir que se nos vaya
de las manos o que se nos escape sin haber reconocido lo bueno y las lecciones
que nos brindó y que nos permitieron cambiar, madurar, empatizar y comprender.
Estar en paz con el destino para estas hadas aquí sin
alas, aprendizas en el planeta Tierra, va a ser su principal reto. Para ello,
van a seleccionar cuidadosamente sus pensamientos, los cuales, si son
agradables dejarán luz en La Tierra y van a desechar todos los pensamientos o
sensaciones de pesadumbre, celos, melancolía o tristeza.
Cada uno está en el lugar que le corresponde y es
responsabilidad de cada cual cambiar el destino, si creemos en nuestras
posibilidades y abrimos nuestra mente a nuevas perspectivas y respuestas. Si
somos coherentes y sinceros con el corazón, lograremos despojarnos de la duda,
la confusión o el temor para sustituirlas por claridad y presencia atenta en
cada instante.
Discutir, juzgar, forzar o criticar sólo conseguirán
anclarnos en arenas movedizas donde nuestra luz quedará oculta. Mostrarla
implica ser y desarrollar nuestras mejores facetas y habilidades y dar cabida
al ser en cada minuto de nuestra valiosa y efímera vida.
Vivir despacio, aprovechar el tiempo libre para hacer lo
que nos gusta, apreciar la belleza hasta en lo minúsculo y dejarnos fascinar
por lo simple y sencillo, mirando las cosas con los ojos de nuestro niño
interior, sacará a flote nuestros dones y obrará milagros pues la magia está en
nuestro interior y de nosotros depende agitar la varita mágica y concedernos lo
mejor.
Muchas gracias, querida Angie, por publicarme este texto de mi autoría sobre las hadas. Sin duda, ellas son mi punto de referencia, algo cercano que siento muy familiar y que me empuja a conocerlo como algo que forma parte de mí desde siempre. Todos tenemos magia en nuestro corazón y agitar la varita mágica depende de nosotros...
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