Deja que cada quien pase por lo que tiene que pasar en el
momento presente. Todo el mundo está agotado y desea descansar. Están cansados
de luchar, cansados de fingir y de mentir, de tener que sostener, mantener y
pretender, y grandes olas de energía están siendo liberadas a través de su
cuerpo.
Mantente presente con ellos. Olas de tristeza,
desesperanza, miedo, vergüenza y culpa están emergiendo en este momento.
Permite que todas esas energías salgan a la luz, deja que todo su cuerpo vibre,
tiemble y se agite si es que así debe ser, deja que lloren, griten, rujan,
rían, que se caguen en sí mismos si así es como tiene que ser. No les ofrezcas
nada, excepto el regalo más grande de todos: tu apacible presencia. Quédate a
su lado en cada respiración, en cada movimiento, momento a momento. Toma su mano,
pero no hagas el intento de componerlos, de cambiarlos, de que dejen de
experimentar lo que están experimentando, ni tampoco les ofrezcas respuestas
prematuras.
Si comienzas a sentirte incómodo, o como si quisieras
apresurarte para ‘sanarlos’, o 'salvarlos’, o evitar que se sigan sintiendo
como se sienten, o hacer que todo les parezca 'bien’, acéptalo - es tu
necesidad, tu incomodidad, tu temor, y no el de ellos. No los trates como
víctimas o como inválidos. No los confundas con aquello que tú crees que son.
Honra el poder que se mueve dentro de ellos; valida su experiencia,
absolutamente. Confía en la impredecible inteligencia del sanar, y sabe que sus
'síntomas’ podrían acentuarse justo antes de empezar a mejorar; que la energía
podría intensificarse antes de apagarse. Lo que ahora aparece como caos y
desintegración podría, de hecho, ser una liberación necesaria y reorganización
inteligente de un sistema bloqueado.
A veces, nuestros corazones necesitan romperse
completamente para poder abarcar más vida, para poder aceptar un amor mucho más
poderoso. Permite que tu cálida presencia le recuerde a tu amigo su propia
cálida presencia, tan estable, tan apacible, tan libre, tan profundamente
arraigada en este mismo suelo, aquí. Recuerda que lo que realmente son jamás
podrá ser descompuesto, ni siquiera por la más intensa de las energías, y que
tampoco pueden ser arreglados, y que la vida jamás comete errores, aunque de
pronto parezca que todo ha sido un error.
El amor es todo lo que importa. La lluvia cae, las
estrellas explotan silenciosamente en la inmensidad del espacio, y aquí, en
este diminuto planeta llamado Tierra, algunas veces nos encontramos y nos
regalamos un abrazo.
- Jeff Foster