Estar con uno mismo cada día es maravilloso.
Estar 20 minutos con uno mismo es el comienzo de la meditación; es tender un
puente hacia la verdadera salud; es acceder al altar interior, al ser interior.
Sería perfecto que la gente pusiera su
despertador 20 minutos antes para no robarle tiempo a sus ocupaciones.
Si dedicas, no el tiempo que te sobra, sino
esos primeros minutos de la mañana, cuando estás fresco y descansado, a
meditar, esa pausa te va a recargar, porque en la pausa habita el potencial del
alma.
Hay diversas meditaciones que se pueden
adaptar a nuestras costumbres y estilo de vida.
Existen distintos tipos de meditación y
podríamos catalogarlos según múltiples sistemas. Sin embargo, nos vamos a
limitar a definir los tipos de meditación que podríamos considerar los más
frecuentes, advirtiendo de que no son definiciones excluyentes.
-La meditación Zazen en Budismo Zen.
En Japón significa sentarse en Zen o sentado
en concentración. Trata sobre la experiencia del vacío, de la nada.
La manera de hacerla es contando las
respiraciones. Por ejemplo, una, dos…
El foco en la respiración es total y si
surge cualquier distracción debes iniciar la cuenta de nuevo. Esto es por qué
algunos principiantes van más rápidos que otros.
El reto de mantener la mente totalmente
enfocada en la respiración es llegar a experimentar el vacío. El acto de
expulsar cualquier disturbio mental fuera te previene de llegar a la
experiencia del vacío. Por lo tanto una determinación firme y total de estar
plenamente presente centrado en la respiración será necesaria antes de empezar.
-Llamamos meditación libre a aquella en que
damos libertad a nuestra mente para que elabore las imágenes o pensamientos que
desee. En este tipo de meditación, nos limitamos a observar cómo surgen y cómo
pasan y desaparecen, sin aferrarnos a ellos ni permitirles que formen cadenas
completas de pensamiento.
- Llamamos meditación dirigida, por
oposición a la meditación libre, a aquella en la que alguien (CD, director...)
nos conduce a través de una serie de imágenes que debemos provocar en nuestra
mente a orden suya y que, luego, continuarán variando libremente una vez las
hayamos producido.
- Llamamos meditación trascendental a un
tipo de meditación libre en la cual permitimos las cadenas de pensamiento pero
sin implicarnos en ellas ni dejar emitir ningún tipo de señal a las emociones.
- Llamamos meditación en solitario a la
practicada en privado por una sola persona.
- Llamamos meditación en grupo a la
practicada por varias personas a un mismo tiempo, meditando todos con el mismo
tipo de meditación y sobre el mismo "objeto de meditación" (tema).
Normalmente es dirigida.
- Llamamos meditación con visualización a
aquella en que las imágenes iniciales de la meditación (o la totalidad de
ellas), son provocadas voluntariamente por el meditador y no son fruto del
capricho espontáneo de la mente. Así, de ese tipo son habitualmente las
meditaciones grupales. También lo son las mántricas (en que debemos visualizar
el Mantra en forma de imágenes o sílabas constituyentes), las del Yoga de la
deidad de la vía Mahayana, las del Arco Iris, la de geometría sagrada, las
proyectivas, la de la Cueva, las de las llamas sagradas, la de la vasija, la de
la Escalera del faro, etc.
- Llamamos meditación Shamadi a un tipo de
meditación basada en la observación de ciclos mínimos vitales sin provocación
de imágenes. Así, centrados en la respiración, los latidos del corazón, o el
entrecejo, es deseable que no aparezcan imágenes ni pensamientos. El meditador
va, poco a poco, deteniendo la mente en un "punto de quietud"
instaurado entre un pensamiento y otro. Si aparecen imágenes o pensamientos
estos son disculpados y se les deja marchar, sin aferrarse a ellos.
-La meditación Chacra trabaja con los
chacras. Los chacras son visualizados como espirales de energía vértices.
Hay varios Chacras en todo nuestro cuerpo,
pero los más conocidos son siete..
Cada Chacra está asociado con un color y
diferentes características. La meditación es guiada y es hecha con la
concentración de la mente en estas energías vértices y sus cualidades.
- Llamamos meditación Vipassana a la
meditación en la cual concentramos la mente en un objeto único de meditación
para analizarlo (dejando fluir la conciencia) en todos sus aspectos. Ésta es la
meditación que Buda utilizó en el momento de su iluminación. Los temas suelen
ser abstractos, teniendo por objeto el amor, la compasión, la unidad de las cosas,
la transitoriedad, la irrealidad de la esencia independiente de las cosas del
mundo o cualquier otro.
Cada meditador puede, al comienzo de su
práctica, probar distintas formas de meditación para observar cuál es la que le
proporciona mejores resultados. Aquellos que se distraigan fácilmente o que se
dejen vencer por el sopor al acometer meditaciones como la Shamadi, pueden
optar mejor por las visualizaciones, la meditación dirigida o la trascendental,
por ejemplo. Aquellos que necesiten vaciar la mente de contenidos deberían
optar, más bien, por la meditación Shamadi y meditar en grupo. De todas formas,
tampoco esto es concluyente. Existen meditaciones que son más recomendables
para cada situación diferente de nuestro devenir cotidiano. Así, la Vipassana,
eligiendo objetos como la unidad de los seres o la compasión, ayuda en los
estados en que nos dejamos llevar por la ira, mientras que la meditación libre
nos ayuda en momentos de estrés y desánimo.